miércoles, 12 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.20

Capítulo 20
"Oportunistas"

Con un poco de remordimiento en las palabras Darkcon, como si en verdad no quisiese pero estuviera obligado, dijo a Infernal todas aquellas razones que los demás ya conocían. Infernal impactado suplicaba a Darkcon que reconsiderara aquellas acciones que planeaba efectuar.  Infernal tenía una cara de decepción, no podía creer lo que Darkcon decía, era como si lo apuñalara su amigo.
-Que malas noticias me traes mi estimado –dijo Infernal en voz alta-, pero que más da, no dejemos que estas infortunadas noticias nos oscurezcan los ánimos. ¡Andrea, prepara una buena comida, pues, al parecer, será nuestra última estadía en tan prodigioso lugar que es este!
-Si señor – respondió Andrea a los mandatos de Infernal, mientras se dirigía a la cocina.
-¡Lambiscón!, ponte a hacer algo de provecho y ve para que ayudes en algo en la cocina –ordenó Darkcon a Nagato.
-Si amo –respondió Nagato-.
-Yo también iré a ayudar –dijo Red, el chico de la gorra-. Es lo menos que puedo hacer por esta gente pobre que me ha ayudado.
-Me parece bien Red –dijo Infernal-. Entre más ayuda tenga Andrea en preparar la comida, más rápido y delicioso comeremos.

Acudiendo los respectivos a la cocina, quedaron los demás esperando en la misma sala donde habían dormido. Nostálgicos, Darkcon e Infernal recordaban sus buenos tiempos de juventud, aquellos en los cuales pasaban juntos. Lexa algo confundida platicaba con Star, la cual parecía querer entablar amistad con Lexa. Shadowns se levantó y dijo que también ayudaría en la cocina, puesto que el sabía algo de especias que harían excelente presentación en tan particular comida que compartirían. Darkcon le acompañó a su habitación para custodiarlo, no tardaron mucho en regresar con unos cuantos frascos de plantas secas. Darkcon regresó a la plática con Infernal y Shadowns acompañó a los que en cocina se encontraban. Burn sólo divagaba ensimismada entre sus pensamientos existenciales y de aquellos acontecimientos y encuentros con esa persona enmascarada. Burn observó las vigas de madera en lo alto del techo, aquellas en las que había visto al Koala por primera vez, y observó unas manchas de sangre que formaban letras. Aquellas letras eran dos palabras, una claramente decía “Juliette” y la otra palabra era borrosa, parecía que alguien la había intentado borrar, sólo se podía distinguir que la letra inicial era “V”.

Shadowns, al llegar a la cocina, observó que Red y Nagato realmente no estaban ayudando a Andrea a cocinar, ellos estaban besándose descaradamente sobre una mesa. Lujuriosamente juntaban sus cuerpos, desprendiéndose de sus prendas. Red untaba mayonesa en los pezones de Nagato mientras este último golpeaba el trasero de Red con una espátula. No tardaron demasiado en convertir esa escena lujuriosa en un explicito y degenerado acto sexual. Andrea prefería no hacer caso y seguía cocinando. Entre tan poca atención por parte de Nagato, Shadowns dijo discretamente a Andrea que pusiera aquellas especies que había traído de su cuarto en la comida de Darkconi y sus acompañantes, ya que esas especias en realidad eran plantas con efecto somnífero.

Palabras trascurrían en el ambiente y pensamientos vagos en la mente de Burn, cuando, sin previo aviso, un grito de Andrea interrumpió todo. Rápidamente acudieron todos a ver que había sucedido. Al llegar, Andrea asustada algo asustada señalaba a la dirección donde se encontraba Red y Nagato follando. Todos voltearon y lo que encontraron fue a Red volcando su sexualidad al cuerpo de Nagato, el cual tenía más de 5 cuchillos incrustados. Andrea declaró que ellos follaban fuertemente por la cocina, y, en uno de sus bruscos intercambios de posición, habían caído sobre un cajón con utensilios de cocina, entre ellos varios cuchillos. Al parecer Nagata fue el único herido, quien se desangraba y defecaba del dolor y el placer que Red le proporcionaba. Nagato con sus decadentes gemidos suplicaba por ayuda y al mismo tiempo no dejaba de sentir placer. Todos vieron, pero nadie intervino, no eran capaces de acercarse a tan grotesca situación.

Burn, lejos de interesarse en los actos pervertidos, observó que Lexa no había acudido a ver lo que acontecía. Burn regresó a la sala y alcanzó a ver que Lexa escapo por la puerta, dejándola abierta, definitivamente salió a buscar a Hina. Inmediatamente Shadowns, quien discretamente se retiraba de la cocina mientras todos miraban, corrió tras ella, consiguiendo escapar de la casa. Cuando Burn quiso seguirlos, de inmediato sintió el cañón de un revolver en la nuca.
-¿A dónde vas? –dijo Star apuntando a Burn.
-Sólo iba a cerrar la puerta –respondió Burn-. Estos mal educados la dejaron abierta.
-No te preocupes, yo la cierro con gusto –dijo Star con una cara y voz malvadamente amable.
-Uhmm, está bien, ciérrala tú –contestó Burn.
-Vamos no tienen que ponerse tensos –dijo Infernal al llegar y ver a Star apuntando a Burn-. Podemos relajarnos y disfrutar lo que queda de la tarde.

Ya más tranquilizados despojaron a Red de la casa junto con el cadáver de Nagato. Darkcon se dispuso a limpiar junto con Infernal. Andrea se quedó sola a cocinar y Burn quedó custodiada por Star.
Lista la comida y sólo faltando que se acomodaran en la mesa todos, se escuchó que alguien llamaba a la puerta. Andrea fue a abrir mientras los demás se sentaban. Infernal y Darkcon pensaron: “Seguro es Red que quiere comida, se ha de haber aburrido de follarse a Nagato”. Esos pensamientos fueron desmentidos al ver que Andrea llegó con dos nuevas huéspedes, una pequeña de la edad de Lexa y una adulta. Eran nada más y nada menos que Neea y su hija Misa.

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