jueves, 13 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.19

Capítulo 19
"Simplemente esperando"

Cuando Shadowns se fue escoltado por Nagato, Burn y Lexa quedaron a solas con Star y Darkcon, este último se encontrba dormido. Lexa escuchaba atentamente todas las razones con aparente poco sentido que decía Star, historias y deseos algo coloridos e infantiles, bastante utópicos. A pesar de que la trataba de cotradecir, Lexa no pudo cambiar de opinión a Star en ninguna forma. Star era muy necia y decidida, pero se notaba algo distraída en su forma de hablar, como si no supiera realmente que era lo que deseaba. Burn, al contrario de Lexa, no prestaba mucha atención a las palabras de Star, simplemente en alguna que otra ocasión le decía en forma insultante a Star que lo que decía era algo empalagoso, colorido y demasiado dulce en muchos aspectos, como si en todo captara un sabor fresa.
Uno de los quejidos de Star contra Lexa y Burn logró despertar a Darkcon, quien con algo de aburrimiento en su cara trato calmó a Star con palabras afectuosas, sin embargo, Star nunca dejo de sostener la pistola amenazadoramente. Después de tranquilizar a Star, Darkcon preguntó a Lexa y a Burn el por qué de la tardanza de Infernal y desde hace cuánto que se había marchado. Lexa les respondió que nunca les dijo cuando iban a regresar, pero por la urgencia de su partida ya deberían haber regresado, aunque realmente no tendría sentido puesto que la persona que necesitaba las medicinas ya está muerto. En lo que concierne a la hora de partida, Lexa le respondió a Darkcon que Infernal se había marchado a temprana hora de la mañana junto con la sirvienta. Darkcon le preguntó a Lexa quién había muerto, y al decirle Lexa que había sido uno de sus huéspedes que vivía arriba en una habitación, Darkcon se paró y fue directo al piso de arriba.

Darkcon accidentalmente se topó con Shadowns descubriendo sus intenciones de escapar con el arma de Nagato, así que le apuntó con su arma antes de que pudiese tomar la que había soltado accidentalmente.

-¿Qué crees que estás haciendo Shadowns? –Preguntó Darkcon.
-Que curiosa situación, no me vas a creer, pero esto no es lo que parece. –respondió Shadowns con una voz algo nerviosa.
-Pues dime o te asesino –amenazó Darkcon.
-Lo que sucedió es que Nagato empezó a comportarse muy hostil conmigo, inclusive trató de acercárseme con intenciones sexuales –declaraba Shadowns-. Yo insistí en que me dejara en paz y me dejara tratar mi herida completamente, pero él me golpeó e intentó asesinarme. Yo sólo me defendí y tomé su arma, la cual iba a entregárselas a usted.   
- Eso es mentira amo –dijo Nagato con una voz afligida de dolor-. Este sujeto me atacó sin razón, yo sólo obedezco vuestras ordenes, tanto tuyas como de su señora Star.
-Cállate maricón –Dijo Darkcon algo molesto-. Te creo, eres un lamebotas asqueroso, pero sirves de algo. En cuanto a ti Shadowns, no te mataré por el simple hecho de haber golpeado a este gusano lamebotas.
-Bueno, pues regresemos a la fiesta allá abajo con los demás, seguro nos extrañan –dijo Shadowns.
-Jaja, me caes bien Shadowns –dijo Darkcon-. Bueno no te emociones, de todas formas no dejaré ir a nadie.

Nuevamente se reunieron todos en la sala, ya era algo tarde así que quedaron dormidos todos menos Darkcon, quien ya había dormido lo suficiente para permanecer despierto el resto de la noche cuidando a sus rehenes.

A la mañana siguiente, a sólo un par de horas tras la llegada del alba, empezaron a despertar todos y la tensión  seguía presente, reforzada con la amenazante mirada del cañón de las pistolas de Darkcon, Star y Nagato. Por fortuna o infortunio, a primeras horas de la mañana, la llegada de un par de caballos trotantes resonaba entre aquella tensa y manipulada situación.

-Seguramente es Infernal y Andrea –Dijo Lexa.
-Pues más vale que así sea porque ya me estoy fastidiando –dijo Darkcon.
-Si no es Infernal los encarcelaremos a todos ahora y vendremos después por Infernal –dijo Star.
-Todos juntos mejor, por separado no tendría diversión –dijo Shadowns.
-Coño, ya tengo hambre –dijo Burn.

Se abrió la puerta a mitad de estos diálogos, y como todos esperaban, Infernal y Andrea llegaron, aunque no eran sólo ellos, también les acompañaba un tipo con gorra roja.

-¡¿Pero qué coño?!- Exclamó Burn mientras pensaba que ese tipo de la gorra  era idéntico al tipo de asesinado tortuosamente en su sueño-.
-¿Qué pasa abuela? –preguntó Lexa.
-Ehmm, nada importante –respondió Burn.
-Vaya, por fin llegaste Dragoni –dijo Darkcon al ver a InfernalDragon llegar.
-Ciertamente mi estimado Darkcon, que sorpresa verte aquí –respondió Infernal-. Nuestro burro al parecer murió de envenenamiento y tuvimos que pasar la noche en la casa este joven, quien amablemente se ofreció a prestarnos un par de caballos para llegar aquí lo más pronto posible.
- No es nada, yo, Red, soy un chico demasiado sexy y a veces tengo que ayudar a los desafortunados que no nacieron siendo tan bellos –respondió el joven de la gorra-. Además, ustedes me ayudaron a llegar a la ciudad encontrándome algo drogado en el bosque. Al parecer dos individuas con un caballo me asaltaron y me drogaron. Eran unas chicas malas
- Ciertamente Red –dijo Infernal-. Además, estabas teniendo sexo con un becerro.
- Bueno Infernal, tengo que decirte algo importante-comentó Darkcon.

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