lunes, 24 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.08

Capítulo 8
"El sueño de uno entre muchos"

Poco a poco Burn se hundía en su cansancio, sólo quería descansar y dejar de pensar y cuestionarse. Así que. Cuando menos se dio cuenta cayó profundamente dormida y empezó a soñar.
-¿Dónde estoy?, todo está obscuro pero escucho muchos murmullos –decía Burn en voz baja.
Después de caminar a oscuras unos cuantos metros, Burn chocó con unas personas, no podía entenderles lo que decían y Burn preguntó:
-¿Alguno de ustedes sabe qué es una vagina? ¿Cómo puedo masturbarme mientras como pizza?
Todos la ignoraron. Unos segundos después, unas llamas se encendieron desde lo alto de lo que parecía ser un escenario. Algunos rayos de luz también cayeron desde lo alto, como pequeños haces de luz que se escapan por las grietas de alguna pared de madera vieja. Esta luz ayudó a que Burn pudiera ver que se encontraba en una especie de disturbio, entre una multitud de gente esperando ver la ejecución definitiva de algún criminal. Toda esa gente tenía vestimenta obscura, hombres y mujeres; algunos con cadenas cual si fuesen adornos, otros con pues colgando de su cuello, otros más usaban capas largas que ocultaban su silueta y otros también con vestimentas fúnebres; miraban hacia el escenario. La enorme multitud aclama al unísono, recitando lo siguiente con cantos sedientos de venganza:
“Gritos de dolor en lo alto de una cruz,
Retumbar de la resistencia entre las cadenas
Será nuestra música y sangre en las venas
Los cuerpos caerán ante nuestra luz”

Después de escuchar estos gritos unas cuantas veces, se aclarecía el cielo, y los haces de luz se revelaban nacidos de la luna, escapando entre espesas y obscuras nubes, las cuales, se tornaban cada vez más claras. Una vez que todo se aclaro con el bello manto lunar, se levanto del escenario una cruz con una chica desnuda crucificada. La chica gritaba desesperada y llorando por su vida, aseverando que su nombre era Cinthia, hija de un noble trabajador, que ella no merecía estar en su situación. Además de la crucificada joven, en el escenario se podían apreciar personas empaladas, niños decapitados, cadáveres consumidos por gusanos que fluían cálidamente entre la carne muerta. No pasó mucho tiempo antes de que apareciera un tipo misterioso en el escenario y todos le gritaran “¡Wesker, Wesker!”, este tipo usaba una gabardina negra y lentes y el pelo suelto, llevaba una lanza consigo. Wesker parecía ser entusiasmado por los gritos del público, tomó la lanza y la clavo en la vagina de Cinthia. El dolor de la chica se hizo notar en un grito de agonía, desgarrando su garganta desesperadamente. Durante el grito de la chica, un tipo del público subió al escenario diciendo “Basta, no tenemos que hacer esto, déjenla en paz”, inmediatamente Wesker lo golpeó, diciéndole que no se interpusiera. Al suceder esto más gente empezó a subir al escenario a golpear al tipo entrometido, lo pateaban, golpeaban y lo encadenaron en la cruz donde estaba la chica crucificada llamada Cinthia. La sangre de la vagina empalada de la chica escurría hasta llegar al rostro del tipo, quien gritaba angustiado varias veces “¿Por qué lo hacen?” hasta que Wesker le hizo caso y se escuchó la siguiente conversación:
-Dime Wesker, ¿Por qué lo hacen? –preguntó el chico.
-Porque si, tenemos que hacerlo, es lo que somos –respondió Wesker entusiastamente.
-Soy Moonster, eramos amigos de niños, nos llevábamos tan bien –reclamaba el chico encadenado-, no necesitábamos violencia para ser felices.
-Cállate, eso no era felicidad, esto es lo que queremos, es nuestra música –decía Wesker-, es mi momento de fama, soy aclamado por la gente, no es por la violencia, es por la fama.
-¡Eres un bastardo! –gritó Moonster.

Interrumpiendo el grito de Moonster, un hacha acertó violentamente contra su rostro, partiéndolo por la mitad, derramando su cerebro como puré y deformando sus fauces. Wesker volteó a ver quien había arrojado el hacha. El autor de tal acto era un tipo de apariencia uruguaya, pelo corto, pantaloncillos cortos y con una camisa con letras inscritas que decían “System”.
-Soy System y vengo para hacer mierda a todos estos boludos que no saben más que llorar –decía el tipo en voz alta como queriendo imponer temor.
-Pues entonces System, vienes al lugar indicado –le respondió Wesker.
Después de esta pequeña presentación, de entre la multitud un adolescente con gorra empezó a provocar desorden, como queriendo llamar la atención. Burn solamente observaba lo que pasaba, pero lo siguiente que observaría en aquel sueño lo recordaría claramente al despertar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario