sábado, 15 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.17

Capítulo 17
"Una niña perdida y un encuentro inesperado"

Burn parecía haberse acostumbrado a los paranoicos sonidos, así que fue a donde Shadowns y Lexa eran alumbrados. Deadly parecía ya haber muerto o por lo menos inconsciente y Hina no era visible, pero se escuchaban varios pasos entre la obscuridad. Shadowns intentaba cargar a Lexa hasta fuera de la habitación, pero Burn abofeteó a Lexa y esta despertó. Lexa preguntó por Hina, y, al notar que nadie le respondía, empezó a gritar en todas direcciones el nombre de Hina, pero nadie respondía y poco a poco los pasos se desvanecían hasta que quedó en silencio total.

Después de los intentos fallidos de encontrar a Hina, una vela apareció en la entrada de la habitación. Shadowns y Lexa no pudieron ver quien la había dejado ahí, supusieron que fue Hina, por lo que Lexa salió corriendo con entusiasmo a por ella, pero no corrió demasiado hasta que tropezó y cayó sobre algunos vidrios rotos, lo que ocasionó unas heridas leves en la pierna derecha. Shadowns encontró la otra vela apagada y la encendió utilizando la que alumbraba, y con la que encendió, caminó en dirección a la salida para toparse con Lexa, quien había gritado al caer, y ayudarla. A diferencia de Shadowns y Lexa, Burn había alcanzado a ver ligeramente una silueta de quien dejó la vela en la salida y notó claramente que no era Hina, más bien asemejaba a la persona enmascarada.

Ya habiéndose retirado Shadowns con Lexa, Burn tomó la otra vela, y, caminando unos pasos, sintió una mano cogiendo su pie, era Deadly moribundo, quien al estrujarle con la poca fuerza que le quedaba suplicaba con voz lastimosa: “Ayudame, ya no quiero morir, duele y me siento solo”. Burn con cara caritativa y lo que parecía ser una actitud benevolente se agachó acercándose a Deadly y le preguntó: “¿Tú quién eres?”. Deadly con sus sofocados alientos empezó a describirse y a decirle que hacía y cosas así, pero Burn lo ignoraba. Burn tomó una estaca del piso y se la clavó en la sien a Deadly de una manera sutil pero efectiva, era como si un instinto le dijera que lo mejor era acabar con esos lamentos y esos deseos hipócritas de vida.

Acabando todo ese asunto con Deadly, Burn alcanzó a Shadowns y Lexa en el laboratorio de Shadowns, pero no había rastro de Hina. Al parecer ya había anochecido y Shadowns estaba vendando a Lexa de su lastimada pierna y mientras lo hacían entablaron una charla que dice así:

-Abuelita, no hay rastro de Hina –dijo Lexa-, ella no se iría así sin avisarme.
-Hmm – hacía Burn-.
-Quizá salió de la casa, -dijo Shadowns-. Aunque ya está muy obscuro afuera, y no es tan de mal juicio como para salir a jugar a esta hora.
-Tal vez se quedó en la habitación –dijo Burn.
-Eso no puede ser –respondió Lexa-. Grité y no me respondió, además, puso la vela en la salida de la habitación, no se metió en la habitación de nuevo.
-Ehmm, Hina no puso la vela –aclaró Burn.
-¿Qué quieres decir abuelita? –preguntó Lexa.
-Si no fue Hina, ¿Entonces quién fue? –Preguntó Shadowns-. No pudo haber sido Infernal o Andrea, ellos aún no llegan. Aparte no parece haber nadie más en la casa ahora.
-Hmm, la verdad no sé quien fue –respondió Burn-. Alcancé a ver una silueta diferente a la de Hina, y creo llevaba una máscara.
-A decir verdad nunca he visto a nadie que use máscara en esta casa –dijo Shadowns-.

Mientras los tres mantenían una plática poco significativa, Shadowns les sacó algo de comida que el guardaba en su laboratorio para aquellas largas jornadas de no descansar. Después de comer y de no pensar mucho en el paradero de Hina, Burn observaba nuevamente los instrumentos del laboratorio, las plantas y flores hermosas que se conservaban en lo que parecían pequeños invernaderos. Burn miró fijamente una silla a la esquina de la habitación, tenía unas cuerdas al parecer cortadas, como si alguien hubiese estado ahí y hubiera logrado escapar con ayuda de alguien.

-Ahmm, por cierto… ¿Había un tipo sentado adormecido en esa silla no?-Preguntó Burn mientras señalaba la silla vacía dónde estaba Butters.

Al escuchar la pregunta de Burn, Lexa volteó y al ver que no había nadie entró en pánico y se paró preocupada pero cojeando por su pie herido. Shadowns, por su parte, se quedó pensativo preguntándose “¿Cómo demonios se recuperó de su estado vegetativo?”. Shadowns empezó a notar que su laboratorio había sido alterado un poco; había plantas con hojas arrancadas, algunos cajones estaban semi-abiertos y algunas sustancias e instrumentos fuera de lugar; Parecía que alguien hubiese preparado algún remedio para Butters.

-Mierda- exclamó Shadowns-, no quería despertarlo, primero quería jugar con él más tiempo.
-¿O sea que aún podía ser despertado?-preguntó Lexa-.
-Sí, pero aunque no sería por mucho tiempo. Su cerebro ya estaba dañado. La recuperación de su estado vegetativo sólo durará hasta que su cerebro se termine de atrofiar completamente. Con suerte podría durar 3 días.
-No puede ser –preocupadamente dijo Lexa-. Lo más seguro es que se haya llevado a Hina.
-Quizá debamos ir a buscarla –dijo Shadowns-. Pero eso será difícil, debido a que ya es de noche y la obscuridad nos dificultará mucho nuestra búsqueda. Además no tenemos ni una vaga idea de a donde pudiesen haber ido. Separarnos para buscar más ampliamente definitivamente no es una opción, ya que podría alguno de nosotros perderse y sería un problema más. Lo mejor que podemos hacer es buscar si todavía se encuentran dentro de la casa. Esta casa es grande, podrían seguir aquí sin que escucháramos nada, aunque debo reconocer que no la he recorrido toda. Lo que más me intriga es aquel cuarto con la puerta negra y líneas blancas alborotadas, un par de veces vi a Infernal entrar en él, pero nunca duerme ni dura mucho tiempo dentro, desafortunadamente siempre está bien cerrado. Mierda, me salí de tema. Lo que creo más conveniente es  que nos aseguremos que nadie salga, y, en caso de que no esté en la casa Hina la vayamos a buscar fuera con la luz del día… No falta demasiado para el amanecer.

No pasó demasiado tiempo cuando se escuchó que alguien llamaba a la puerta, no con el grito agónico de un caballo, era más bien en golpe con gran fuerza, “Bump” era el sonido que hacia retumbar la tranquilidad cual si fuese una exigencia ser escuchado. Shadowns abrió a la puerta, eran al parecer tres personas. Lexa reconoció a una de ellas como el mismísimo conde Darkcon. Otra persona era una dama de atuendos coloridos, la cual iba de la mano de Darkcon, y, por último, la tercera persona era algo jorobada y de una apariencia no muy delicada, parecía ser un sirviente.

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